LOS PIERCING Y LA INCIDENCIAS EN LOS JÓVENES
La utilización de piercing corporales es una costumbre poco convencional que ha adquirido popularidad, especialmente en los adolescentes. En ciertos casos, utilizar algunos tipos de adornos físicos como alambres o anillos y otras clases de aditamentos en sitios anatómicos poco comunes, puede estar relacionado con tradiciones culturales o religiosas; sin embargo, en algunos casos estas razones pueden obedecer a una cuestión de moda.1-3 Entre los piercing corporales la preferencia por los tejidos orales no es poco común y existen diferentes informes mostrando varias condiciones patológicas asociadas a ellos incluyendo-7. Aunque es reciente el interés relacionado con los efectos indeseables producidos por los piercing orales, ya se ha documentado en la literatura algunas alteraciones periodentales incluyendo recesión gingival, defectos muco gingivales y pérdida ósea.8-10 En este artículo, se describen dos casos de piercing lingual asociados a recesiones gingivales.
Estudio de Casos
Se evaluó clínica y radiográficamente el estado bucal y peribucal de un paciente de sexo masculino de 20 años (Caso 1) y una paciente de sexo femenino de 13 años (Caso 2). El Caso 1 asistió a consulta de mantenimiento odontológico semestral y el Caso 2 fue remitido para evaluación de su estado periodontal. Ninguno de los pacientes asistió a la consulta con complicaciones inmediatamente después del procedimiento de instalación del piercing. Se obtuvo un consentimiento informado de los dos pacientes presentados en este informe de casos. Se evaluó presencia de alguna alteración dental y mucogingival, infección, incremento de la salivación o alergia al metal. Al realizar examen extraoral de rutina, ninguno de los pacientes presentó evidencia patológica. El Caso 2 portaba un piercing en la nariz, además del piercing lingual. Al examen intraoral, se observó en los dos casos un piercing que atravesaba la lengua (Figura 1), encontrándose igualmente en el 41 de los dos pacientes, una exposición radicular correspondiente a una recesión gingival Clase I de Miller (Figura 2 y 3).9 Sin embargo, se observó normalidad en el margen gingival vestibular del mismo diente. En ambos casos, el examen periodontal reveló características óseas radiográficamente normales, profundidad de sondaje normal y una inflamación evidente en el margen gingival lingual de los incisivos adyacentes a la recesión gingival. Adicionalmente, en el área de la recesión, se observó pérdida de inserción de 2 mm en el Caso 1 y de 4 mm en el Caso 2. En ningún caso existió evidencia de inflamación, dolor o cualquier signo de infección en la lengua, observándose masticación, fonación y deglución normal. El Caso 1 llevaba casi 6 meses usando el piercing y el Caso 2 aproximadamente 9 meses, aunque ninguno era consciente de la recesión gingival lingual. Los dos describieron la colocación del piercing como un procedimiento sencillo, levemente traumático, ejecutado por un práctico no paramédico. Es importante anotar, que en el Caso 1, en su revisión de mantenimiento anterior, no se observó la recesión gingival lingual del 41 y tampoco portaba el piercing en la lengua. En los dos casos, la recesión gingival lingual se asoció directamente con el piercing, ya que una porción de este, ubicada en la cara ventral de la lengua presentó relación directa con la recesión. La Tabla 1 presenta las características personales y clínicas de los pacientes presentados en este artículo.
Tabla 1. Casos de recesiones gingivales asociadas a piercing lingual
Figura 1. Piercing lingual.
Figura 2. Recesión gingival del Caso 1 en lingual del 41.
Figura 3. Recesión gingival del Caso 2 en lingual del 41.
DISCUSIÓN
La serie de casos, presentada en este informe, representa una situación que puede ocurrir con frecuencia a medida que se incrementa el uso de piercing lingual. Los lugares de la boca que pueden albergar un piercing oral incluyen lengua (sitio más común), labios, mejillas y úvula, y ocasionan alteraciones orales y condiciones sistémicas.11 En los casos del presente informe, se evaluaron los efectos del piercing sobre los dientes, tejidos bucales y peribucales, y sobre la salud general; los resultados sugieren que el piercing lingual está asociado con recesión gingival lingual de incisivos inferiores. Estos hallazgos son confirmados por estudios previos y algunos casos documentados.2,5-8, 12,13-15 Campbell y colaboradores 7 encontraron que 20 % de 57 sujetos evaluados en su estudio, presentaron recesiones gingivales linguales en incisivos inferiores, asociadas a piercing lingual. Levin y colaboradores 13 evaluaron la prevalencia de piercing orales en 400 jóvenes, de los cuales, 79 (20.3 %) portaron piercing. Los investigadores observaron recesiones gingivales en 21 pacientes (26.6%), la mayoría en el área correspondiente a los incisivos inferiores. Igualmente, Kieser y colaboradores 14 investigaron el trauma periodontal producido por la presencia de piercing oral en 43 sujetos, encontrando que un tercio de aquellos con piercing lingual tuvo al menos un sitio lingual con recesión.
Se han implicado diferentes factores en la aparición de recesión gingival en las superficies linguales de los incisivos, incluyendo pérdida de inserción debido a periodontitis, 16 aparatología protésica diseñada o ajustada defectuosamente, 17 prótesis fija 18 e inserción alta del frenillo lingual. 19 En el presente informe, se observó pérdida de inserción en los pacientes examinados, pero no se hallaron bolsas periodontales, cálculos, aparatología protésica ni inserciones muscu-lares traccionantes (Figura 2 y 3). Esto refuerza la probable contribución de la acción mecánica del piercing lingual sobre la superficie lingual de los incisivos inferiores, tal vez por la protrusión de la lengua.
Algunos informes de casos publicados, sugieren que las complicaciones gingivales y dentales asociadas con piercing de la lengua pueden suceder en el primer año de uso, 20-22 situación que se presentó en los dos casos revisados.
Un aspecto importante, generalmente no considerado, es el mantenimiento higiénico del sitio oral perforado con el piercing, situación que se torna más grave debido a que el procedimiento se realiza frecuentemente por personal no paramédico, como ocurrió en los casos presentados en esta publicación y corroborado por otros investigadores. 5, 6, 8 Desafortunadamente, no se consulta ninguna opinión profesional odontológica o médica, antes de colocarse el piercing, debido a que la población no está consciente de las complicaciones potenciales 3,5,6
Debido a la poca literatura publicada al respecto, la prevalencia y frecuencia de complicaciones, así como las consecuencias adversas asociadas con el piercing oral no se pueden identificar o predecir. Aun cuando la mayoría de casos de piercing corporales pueden no tener implicaciones severas, los informes s
CONCLUSIONES
En resumen, los resultados de este informe indican que el piercing lingual puede ser un factor significativo en la aparición de recesión gingival lingual en incisivos inferiores. La prevención de las recesiones linguales surge como la opción más adecuada, debido a las dificultades técnicas y resultados asociados con cirugía mucogingival o regenerativa, sobre las superficies linguales de los incisivos inferiores.
Es fundamental emprender campañas de salud pública que informen e indiquen a adolescentes y adultos jóvenes, los efectos adversos del uso de piercing oral, en la salud bucal y sistémica.
obre consecuencias adversas requerirán la necesidad de consultar al odontólogo y al médico, antes de que este tipo de elementos sean colocados en el cuerpo.
Complicaciones de los piercings
Un estudio en Estados Unidos ha revelado que uno de cada cinco jóvenes que se colocan un piercing sufre algún tipo de complicación médica
31/1/2002
El piercing y los tatuajes son una moda cada vez más en auge entre los jóvenes, lo que ha aumentado el interés por investigar y conocer las complicaciones clínicas que pueden derivarse. Un reciente estudio norteamericano ha concluido que uno de cada cinco jóvenes que se coloca un piercing sufre algún tipo de problema.
El estudio se llevó a cabo en la Pace University de Estados Unidos y es el primero que se realiza en este país sobre la prevalencia de esta moda entre los jóvenes y sus consecuencias. "Hay una significativa incidencia de complicaciones médicas en los estudiantes con piercing", afirma el doctor Lester B. Mayers, jefe del Departamento de Medicina y Deporte de esta universidad y principal autor del estudio.
El estudio encontró que un 52 por ciento de los estudiantes tenían un piercing y, de éstos, un 17 por ciento había vivido complicaciones médicas por ello. "Si la prevalencia que hemos encontrado es representativa de este grupo de edad, los casos de complicaciones son considerables y crecientes, como también sus costes para el sistema de salud".
Los investigadores entrevistaron a 450 estudiantes. Sin contar las perforaciones del lóbulo de la oreja, el ombligo es el lugar preferido por las chicas para un piercing (un 29 por ciento), seguido de la oreja (fuera del lóbulo). Entre los hombres, el 31 por ciento de los piercings fueron colocados en la oreja. La principal complicación fue la infección bacteriana, seguida de sangrado y lesión o rasgado de la zona donde se colocó el piercing.
Sin embargo, los autores del estudio piden más investigaciones que aporten más datos, ya que el estudio se realizó a partir de entrevistas con los estudiantes que explicaban sus complicaciones, sin poseer un grado de conocimiento especial en medicina. Los investigadores también alertan que el estudio no les ha permitido establecer de forma definitiva que este tipo de adornos en la piel no entrañen un riesgo de hepatitis B, hepatitis C o SIDA, enfermedades que se pueden contagiar si el material utilizado en la colocación de la pieza no está debidamente higienizado.
Los odontólogos españoles también advierten sobre lesiones provocadas por los piercings en la boca
Durante el reciente Primer Simposio de Odontoestomatología para higienistas, expertos españoles también advirtieron de los riesgos que entrañan los piercings en la boca, recomendando que se acuda a profesionales preferiblemente con formación médica para colocar estos adornos.
Las complicaciones más comunes en estos casos son alergias, reacciones en los tejidos o las mucosas bucales, infecciones diversas, ingestión de la pieza, lesiones cutáneas, nerviosas o en venas, cicatrices y fracturas dentales.
Un piercing mal colocado puede provocar infecciones más allá de la reacción normal de los primeros días, y aunque esté bien colocado puede provocar diferentes lesiones en el interior de la boca al golpear los dientes al hablar. Para evitarlo, los odontólogos pidieron una mayor formación de los profesionales que colocan estos adornos y que se regulen las normas sanitarias de los establecimientos donde se lleva a cabo esta actividad, como recientemente ha hecho la Generalitat de Catalunya.
Redacción Informativos MedicinaTV.com
Un pircing mal colocado puede provocar infecciones más allá de la reacción normal de los primeros días, aunque esté bien colocado puede ocasionar diferentes lesiones.